Llegar a ser Buda
Kusen de Roland Yuno Rech – Godinne, julio de 2019
El Maestro Baso practicó zazen durante veinte años y recibió la transmisión del Maestro Nangaku. Ni cuando había recibido la transmisión descuidó la práctica de zazen y se consagró ayudar a los otros a practicar. Cuando algún discípulo se acercaba a él, le hacía experimentar íntimamente el espíritu de Buda, la consciencia hishiryo de zazen, más allá de todo pensamiento, de toda discriminación.
En la época del Maestro Dogen, muchos monjes consideraban la práctica de zazen como una práctica destinada sólo a los principiantes, creyendo que, cuando se había realizado el Despertar, ya no había necesidad de hacer zazen.
Un día en el que el Maestro Baso practicaba en el dojo de su maestro, este último le preguntó: “¿Por qué permaneces sentado en zazen tanto rato?” Baso respondió: “Es que quiero convertirme en Buda”, (dicho de otro modo: “Deseo realizar el Despertar”). Entonces, el Maestro Nangaku cogió una teja y se puso a pulirla. Baso le preguntó: “Maestro, ¿por qué pules esa teja, cuál es tu intención?” El Maestro Nangaku respondió: “Tengo la intención de hacer un espejo.” Baso quedó impresionado: ¿Cómo puedes obtener un espejo puliendo una teja?” Nangaku le respondió: “¿Cómo puedes convertirte en Buda practicando zazen?”
Zazen no tiene nada que ver con el hecho de hacerse Buda, pues el mismo zazen es la realización del estado de Buda. Dicho de otro modo, no hacemos zazen para realizar el Despertar, practicamos zazen sin objetivo, sin intención, y ese zazen mushotoku, se hace directamente la práctica del despertar, se hace Buda. La práctica de zazen es, en sí misma Despertar y realización. No es una técnica que utilicemos para obtener el despertar más tarde, después. El Despertar se realiza aquí y ahora, en la misma práctica, a condición de abandonarse totalmente en la práctica y no hacer una especie de ejercicio preliminar.
Poned toda vuestra energía en la práctica de la postura y sed totalmente ese cuerpo-mente inspirando y espirando, sin permanecer jamás en nada, sea lo que sea. Entonces, el modo de funcionamiento dualista de la mente se abandona. Ya no es cuestión de hacerse Buda, el mismo zazen es Buda.
El Maestro Dogen cuenta esta historia para hacernos comprender el sentido profundo de nuestra práctica, que está más allá de todo sectarismo, pues Baso y Nangaku pertenecen al linaje Rinzai, mientras que Dogen pertenece al linaje Soto. Dogen solía citar el ejemplo de los monjes Rinzai, pues para él, lo importante no era la escuela, sino la práctica. Cuando la práctica es justa, es decir, mushotoku, sin objeto, sin apegarse a nada, esa práctica aquí y ahora es realización, es Buda, es Despertar.
No merece la pena esperar nada más allá de zazen. Zazen no es un medio sino una práctica-realización, una práctica que contiene en sí misma la realización. Concentraos pues sólo en la práctica y no os preocupéis de convertiros en nada, sea lo que sea. Lo importante es sólo lo que pasa aquí y ahora. Y cuando nos dejamos absorber totalmente por la práctica, nuestro ego es abandonado y realizamos el mismo Despertar que el Buda Shakyamuni.
Dojozen Genjo Pamplona/Iruña TL
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